Eran cinco guisantes que estaban dentro de su vaina. Eran todos verdes. Por eso pensaban que todo el mundo era verde.
Pasó un tiempo y se pusieron de color amarillo y ahora todo el mundo es amarillo.
Los cinco quisantes cayeron rodando a las manos de un niño travieso.
El niño los cogió y los echó a su escopeta.
Disparó uno a uno y fueron cayendo a distintos sitios.
El 1º cayó al tejado de una niña.
El 2º y el 3º fueron a parar a un guiso.
El 4º se lo comió una paloma.
El 5º cayó a un canal que tenía lodo y agua sucia.
Así termina la historia de los cinco guisantes.
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