A la mañana siguiente le volvió a pasar lo mismo. Le faltaba otro ojo.
Ya tenía dos ojos como todas las personas. Ya no era un monstruo, por eso todos los niños del pueblo querían ser sus amigos y jugar con él porque era un montruo muy divertido.
En el pueblo todos le querían mucho y era muy fuerte. Cuando venía un monstruo de un pueblo cercano que quería hacerles daño a los mismos del pueblo, le pedían ayuda al monstruo.
Los niños del pueblo no volvierona tener miedo y fueron felices para siempre.
FIN. SONIA.
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