viernes, 21 de enero de 2011

"PRIMER CONCURSO DE CUENTOS INVENTADOS"

Hoy, 21 de enero hemos tenido el primer concurso de cuentos inventados. No han participado todos y todas, esperamos que la próxima vez participen más.
Después de leerlos de uno en uno,  hemos realizado una votación secreta.


El cuento ganador ha sido el de Natalia. Se llamaba El Mago Francés.
Empezamos por el primero:


EL MAGO FRANCÉS- NATALIA.

El Mago Francés era un mago que todo le salía al revés. Si tocaba con su varita mágica una piedra para convertirla en un conejo, le salía una naranja.  Si quería una flor, le salía una fregona. Si quería un mono le salía una piruleta. Un día empezó a hacerlo todo al revés: andaba para atrás, se tomó la sopa con el tenedor, se puso el gorro en los pies, se acostó poniendo la cabeza en los pies de la cama, se puso el pantalón del pijama en la cabeza y el jersey en los pies.
Cuando se despertó todo se había solucionado.

EL RATÓN PÉREZ- ZELIE

Un día el Ratón Pérez  se iba a casa de su amiga y cuando llegó se chocó en la puerta. Cuando se abrió, se cayó el Ratón Pérez.

LALO Y EL TIBURÓN- ALFREDO.

Había una vez un niño que se llamaba Lalo.
Su padre era pescador, salía todos los días a trabajar. Un día pescó un pequeño tiburón azul, pero Lalo lo dejó escapar.
Pasó mucho tiempo y un día Lalo que ya era un hombrecillo. Se cayó al mar en la zona de los tiburones, pero el tiburón azul lo salvó. 
Era el pequeño tiburón que Lalo había salvado.

LA FAROLA- RICARDO.

La farola siempre estaba encendida y un día se apagó y cuando la luna salió le pidió un deseo: que cuando las demás farolas estuvieran encendidas, ella lo estuviese y cuando estuvieran  apagadas, ella también.
Así la farola estaría feliz.

EL NIÑO QUE NO QUERÍA COMER- RUBÉN.

El niño no quería comer y daba disgustos a su madre. Un día por la chimenea de la abuela salió la mano negra y se lo llevó al monte para enseñarle a comer.
Le daba cebolla y ajo y el niño aprendió a comer.

EL SAPO MAREADO. SONIA.

Érase una vez un sapo que siempre saltaba y nunca se quedaba quieto. Un día como estaba tan mareado decidió parar. Ese mismo día vino un amigo suyo desde muy lejos y se extrañó mucho de que no saltaba, pero a la vez se alegraba porque era caracol y no saltaba. Ese día se fueron a dar un paseo por el campo.

EL CANGURO Y PINGÜINO. RAFAEL.

Había una vez un canguro muy rápido, ganaba todas las carreras  y se reía de su amigo el pingüino que nunca había ganado ninguna.
Un día quisieron hacer una carrera en el agua y calroo, esta vez el pingüino fue más rápido.
Todos se reían de canguro menos el pingüino que contento le dijo que le enseñaría a nadar.

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